Como parte de las actividades innovadoras y de enriquecimiento biocultural del Festival por la Cultura de los Hongos Silvestres, a partir de su Edición Especial 2020, se rendirá tributo a al menos una especie de hongo en particular, que revista mayor o menor importancia cultural en México o más allá de sus fronteras. Para conseguirlo, se realizarán algunas actividades específicas enfocadas en este rubro.
En esta ocasión, el Tributo Biocultural se rinde a:
Morchella spp.
Conocidos en México con diversos nombres coloquiales o tradicionales, los hongos pertenecientes a este género, son perfectamente comestibles (alimenticios), aunque para su consumo seguro, se recomienda primeramente hervirlos, desechar el agua y después, cocinarlos al gusto. Panalitos, farolitos, pancitas, elotitos u hongos de hielo, son tan solo algunos de sus nombres tradicionales que reciben en nuestro territorio.
Se trata de hongos pertenecientes a este género taxonómico, los cuales son facultativos,
pues pueden vivir como saprobios (descomponedores de materia orgánica muerta), o bien establecer una relación estrecha (simbiosis mutualista) con las raíces de distintos árboles, en bosques templados, especialmente de abetos (Abies religiosa [Kunth] Schlechtendahl et Chamisso). Este tipo de hongos, suele crecer durante el periodo de heladas, o incluso nevadas; desde mediados del otoño, hasta muy entrado el invierno.
En México, las especies y variedades hasta ahora conocidas y que forman parte de la biocultura nacional, son: Morchella angusticeps Peck, Morchella costata (Vent.) Pers., M. crassipes (Vent.) Pers., M. deliciosa Fr., M. elata Fr.,
M. esculenta (L.) Pers.,
M. esculenta var.
umbrina (Boud.) S. Imai y
M. vulgaris (Pers.) Boud (Garibay-Orijel y Ruan-Soto, 2014).